miércoles, 31 de julio de 2013

VILLA EXTRAMUROS POR VORA ARQUITECTURA

VILLA EXTRAMUROS POR VORA ARQUITECTURA

Villa Extramuros es una casa de turismo rural que se encuentra en Arraiolos, Alentejo, al sur de Portugal.

Con importantes restos arquitectónicos de la época neolítica, a través de construcciones de la época romana, de la Edad Media hasta la actualidad, la región del Alentejo es una de las regiones culturales más interesantes de la Península Ibérica.
Esta región carece de grandes acuíferos y se extiende sobre un territorio ondulado con pequeñas colinas. La ocupación humana siempre ha buscado los puntos altos de esta zona, sobre todo por razones defensivas y de visibilidad.
La Villa Extramuros se construye sobre la pendiente de una pequeña colina, a las afueras de la antigua población de Arraiolos. Ésta queda rodeada por un extenso olivar y, su forma y escala recuperan el concepto de las antiguas casas señoriales del Alentejo.



El edificio fue construido como vivienda principal para los propietarios y también como pequeño hotel de cinco habitaciones.
Su fachada blanca y pocas aberturas le dan un aspecto distintivo y abstracto. Dos recortes de gran dimensión en las esquinas de la planta baja de la casa descubren la presencia de los espacios interiores. En uno de estos recortes se encuadra la entrada principal. El techo, las paredes y la propia puerta están revestidos con placas de corcho.




A través de dos grandes aberturas en su planta baja, en el comedor y la sala de estar respectivamente, se establece la relación con el paisaje circundante, con los olivares y amplios terrenos de pasto de los alrededores y también con la colina del municipio en la distancia.

La organización espacial de los antiguos conventos, con comedor, y cocina agrupados en torno a un claustro central, se reproduce en el programa contemporáneo de la Villa Extramuros, manteniendo las mismas funciones.

La recepción, la cocina, el comedor y la sala de estar están dispuestos alrededor de un patio ajardinado, que posee una escalera exterior por la que se accede a la planta superior. Aquí, la circulación tiene lugar por el exterior en torno al patio central. Por su lado sur, el volumen se abre para permitir la adecuada aportación solar que penetra hasta el patio.








La planta superior se manifiesta fragmentada en cuatro volúmenes separados, obteniendo una escala más íntima. Blancos y austeros, estos volúmenes están separados por elementos más bajos totalmente revestidos de corcho.




Los dos primeros volúmenes se dividen en dos habitaciones cada uno. El tercer volumen contiene una única habitación. En el cuarto se encuentran las dependencias de la vivienda de los propietarios.

Las habitaciones se orientan individualmente a un patio privado a través del cual también se produce el acceso. Encerrado en el silencio que le proporcionan las paredes forradas con corcho, al aire libre, estos espacios se benefician aún de una vista enmarcada y panorámica del paisaje circundante a través de grandes aberturas horizontales.


Circunscrita a la arquitectura típica del sur de Portugal, esta construcción se caracteriza por el uso de pocos materiales y la simplicidad formal, tanto en general como en sus detalles. La fragmentación de la planta superior, el despliegue de cuatro volúmenes más pequeños, su separación por muros bajos y la tipología de pequeños patios privados tienen su paralelo con la arquitectura doméstica y vernácula en pueblos y ciudades de la región.

El alto nivel cualitativo ofrecido por los propietarios, la diversidad de espacios disponibles para los huéspedes, y la pequeña escala del conjunto asociada a su particular carácter moderno, hacen de este proyecto un ejemplo único, que amplía así una oferta existente basada principalmente en el turismo tradicional en edificios con historia.

martes, 23 de julio de 2013

REFORMA DE DOS VIVIENDAS EN BARCELONA POR ANNA & EUGENI BACH

REFORMA DE DOS VIVIENDAS EN BARCELONA POR ANNA & EUGENI BACH

El primer proyecto consiste en la reforma integral de una vivienda del Ensanche de Barcelona del año 1910 que no había sido modificado en sus 100 años de historia.





Los dos últimos pisos de una finca del Ensanche de Barcelona debían reformarse en una única vivienda que aprovechara las terrazas existentes.




El piso inferior era una vivienda de unos 65 m2, con un único frente hacia la calle e iluminación a un patio interior donde comunicaban la cocina y el baño.
El apartamento superior, de unos 40 m2, había sido construido con posterioridad, probablemente durante los años 60, cerrando un volumen en la cubierta del edificio que se aleja tanto de la fachada principal como de una de las medianeras, liberando una estrecha terraza en este perímetro.





La organización de la vivienda orbita alrededor de la escalera. Ésta se convierte en algo más que un elemento de comunicación entre las dos plantas, absorbiendo la cocina y un espacio de almacenaje en la planta inferior; y el estudio y el espacio para la colada en la superior. La escalera es también un espacio de relación visual entre plantas, a través de una ventana en el rellano y una gran abertura en el estudio superior que permiten visuales desde éste hasta la cocina. Esta solución permite que la relación entre las plantas sea más natural, y se pueda entender la vivienda como una sola, y no como la agregación de dos plantas superpuestas.



Dada la superficie de cada planta, Anna y Eugeni organizaron la planta inferior como planta principal, donde alojar la entrada, la sala de estar, el comedor, la cocina, una habitación para los niños y un baño; y la planta superior como espacio más íntimo de los padres, con su habitación, baño y estudio.


La terraza superior se convierte en un espacio de utilización más puntual, para algunas celebraciones. Un toldo retráctil en la terraza superior protege del sol de mediodía.

El suelo hidráulico existente de la vivienda se había eliminado en reformas anteriores y sólo quedaban piezas para la mitad de la superficie, pero tuvieron la suerte, Anna y Eugeni, que en el mismo momento que empezaban la obra, en otro piso de la finca se estaba haciendo una reforma donde iban a tirar las piezas hidráulicas de éste. Recuperaron todas las piezas que pudieron y las pusieron en la superficie de la planta inferior. La colocación de las piezas, después de varias opciones, acabó definida por unas franjas por tipos, independientes de la distribución, que ayudan a entender la planta como un único espacio continuo.








En la planta baja toda la carpintería de madera, tanto puertas como ventanas, se conserva, manteniendo el “espíritu” del Ensanche que este piso había tenido. En la planta superior, en cambio, donde no había ningún material digno de conservación, tanto el suelo como las ventanas se sustituyeron por elementos nuevos.







El segundo proyecto de Anna & Eugeni Bach consiste en otra reforma de una vivienda en el Ensanche barcelonés del año 1910. En sus 100 años de historia esta vivienda no había sufrido reforma alguna, por lo que había que adaptarla a los nuevos tiempos.


A pesar del lamentable estado de la vivienda, los techos y los suelos se habían conservado relativamente bien, así como algunas carpinterías originales.



Ante todo Anna y Eugeni querían conservar una distribución que permitiese mantener todos los grandiosos techos y suelos del piso, y concentrar las obligadas variaciones que el nuevo programa requería en aquellos espacios sin estas características.
Anna y Eugeni Bach han trabajado pieza por pieza, consiguiendo en cada caso que el nuevo programa se adecuase a las estancias marcadas por techos y suelos, empotrando armarios o desplazando tabiques sin modificar el límite de las estancias, de manera que éstas ganan funcionalidad, sin perder los límites originales. Para ganar amplitud se juega con diferentes espejos.



Todas las carpinterías se conservan, bien en su posición original o bien desplazándolas a nuevas estancias abiertas en el volumen “interior” del piso donde se realiza una nueva cocina y el baño del dormitorio principal, siempre respetando los suelos y las ventanas al patio en su posición original.



La holgada altura de esta vivienda también ha sido aprovechada: en el baño del dormitorio principal, se ha realizado un nuevo suelo elevado 60 cm respecto del original, permitiendo tener la bañera bajo la ducha en un mismo espacio, y consiguiendo un espacio de almacenamiento-despensa muy útil bajo el suelo, accesible desde el pasillo, junto a la cocina. Esta elevación del baño significa también que para acceder a él es necesario subir tres escalones desde el dormitorio, lo cual confiere al piso una sensación de domesticidad mayor, al introducir un elemento más típico de una casa que de un piso de una sola planta.



Otro espacio característico de esta reforma es el largo pasillo interior. Este espacio tenía una anchura ideal para convertirlo no sólo en un espacio de paso, sino en algo más, así que con unos sencillos estantes que abarcan toda su longitud, y con unos muebles bajos de la misma longitud, se convierte el espacio en una holgada biblioteca y en un espacio de almacenamiento.



martes, 16 de julio de 2013

UNA VILLA DEL ARQUITECTO SHIGERU BAN EN SRI LANKA

VILLA DEL ARQUITECTO SHIGERU BAN EN SRI LANKA

Comenzamos la semana en THINKING OF COLORS, con una villa de ensueño; ¿Quién no ha soñado alguna vez con tener una casa con una vistas magníficas y que se encuentre en un entorno privilegiado? En THINKING OF COLORS trabajamos para hacer vuestros sueños realidad y demostraros qué se puede lograr con un buen proyecto de arquitectura, con imaginación y dedicación. 
Un ejemplo más es esta villa en Sri Lanka.




Después de trabajar en varios proyectos de reconstrucción tras el tsunami que arrasó Sri Lanka, el renombrado arquitecto Shigeru Ban fue el encargado de construir esta residencia privada. Los planos horizontales y verticales de la villa se cortan, enmarcando, como si de un cuadro se tratase, vistas del océano, la selva y los acantilados.
La residencia parece una escultura de composición abstracta.





 Pringiers Koenraad, empresario y propietario, quería una villa que se fundiera con el espacio exterior, y esto fue lo que se consiguió.



 La villa está compuesta por dos módulos, uno alberga las zonas comunes que se funden con el paisaje, y el otro contiene las estancias privadas.



El agua es uno de los protagonistas en esta residencia, fluye a diferentes niveles, dibujando caminos de agua tanto en el interior como en el exterior de la vivienda.



La villa fue construida con hormigón armado, madera de teca y hojas de coco autóctono.
Los suelos son de hormigón pulido, sencillo y austero, pero fresco.
La gama de colores que se utiliza tanto para la construcción como para el mobiliario es en tonos grises, blanco y madera.
Las lamas están hechas con materiales de la zona, como las ya mencionadas madera de teca y hojas de coco, y son articuladas a fin de poder controlar el soleamiento, mejorando así la climatización del interior y haciendo que el aire fluya naturalmente a través de los espacios abiertos. Además cabe destacar su diseño, el cual nos recuerda a un tablero de ajedrez.
Las lamas fabricadas con madera de teca se construyen a base de tiras de 80 mm de ancho y 3 mm de espesor, se tejen siguiendo un patrón y se instalan tanto en el techo como en las fachadas.









El techo del porche está iluminado mediante pequeñas luces, formando una constelación artificial que se funde con el cielo estrellado de las noches de Sri Lanka.