HACIENDA SAC CHICH EN ACANCEH, YUCATÁN (MEXICO)
Hacienda Sac Chich es una casa de huéspedes contemporánea insertada en el antiguo patio de tendido de fibra de una hacienda henequenera del siglo XIX.
La propuesta se sintetiza en un volumen geométrico y sencillo en contraposición a la arquitectura “orgánica y ecléctica”, característica de finales del siglo XIX, que distingue a la antigua “Casa de máquinas” de la hacienda henequenera a cuyo conjunto pertenece esta casa. Se recrea la tipología de espacios de la casa principal de una hacienda yucateca, pero con un lenguaje decididamente contemporáneo.
La Casa se edifica en el terreno de lo que fue un antiguo patio de secado de fibra de henequén al aire libre, de 45 x 140mts aproximadamente, delimitado con altos muros de mampostería que datan de finales del siglo XIX. Esta construcción sirve como vivienda independiente para huéspedes de la Casa de Máquinas de Hacienda San Antonio Sacchich, a 35km de Mérida, Yucatán.
La casa consta de dos habitaciones, dos baños, una estancia-comedor-cocina, una alberca y varias terrazas en un total de 200m2 cubiertos.
El diseño comprende un volumen único que se desfasa en dos planos y al cual se le aplican sustracciones de diversa escala para permitir la circulación de aire por sus cuatro lados. La casa se organiza a partir de un espacio unitario central, que alberga las áreas de estar y funciona como espacio flotante que puede transformarse en terraza y conectarse plenamente con su entorno. Cuatro hojas corredizas independientes de vidrio de cuatro metros de ancho cada una se ocultan en los muros para hacer que el espacio interior y exterior se fundan en solo uno. Esta solución permite graduar la ventilación natural de dicho espacio y le otorga máxima flexibilidad de uso y adaptación a las severas condiciones del clima yucateco. La arquitectura de esta nueva casa se contrapone al estilo y lenguaje de la antigua hacienda henequenera sin dejar de hacer referencia a ella. Esta estrategia se refuerza mediante el uso de un estuco preparado con cemento blanco, éste se mezcla con la resina del árbol endémico “chukum”, antigua técnica Maya que gracias a investigaciones propias recuperaron los habitantes para la arquitectura moderna de Yucatán desde hace 15 años. El recubrimiento de cemento-chukum tiene propiedades impermeables y le aporta el color natural y la textura orgánica, propiedades óptico-hápticas por la cuales y por primera vez en la historia de la arquitectura yucateca, lo han empleado como material único de acabado en pisos, muros y techos.
El diseño final de la casa que los arquitectos han realizado genera una casa cómoda, práctica, de bajo mantenimiento y máxima expresividad estética con el mínimo empleo de materiales y recursos formales.
Para lograrlo, los arquitectos utilizaron un solo material para el recubrimiento de muros, techos y forjados tanto exteriores como interiores. Se trata del estuco preparado con la resina de la corteza del árbol endémico “Chukum”, antigua técnica de construcción Maya, la cual tuvieron la fortuna de redescubrir y reinventar con materiales modernos cuando llegaron a Yucatán hace 15 años. Este material es el sello de esta casa y de todos los proyectos de estos arquitectos de Yucatán.
Utilizar el “Chukum” como material único de acabado en todas las superficies de una obra arquitectónica es el resultado de los 15 años de experiencia y experimentación con este material que los arquitectos han invertido.
El acabado de chukum es muy delicado e impone restricciones fuertes de logística en las obras, debido a que tiene un tiempo de aglutinación mas lento con el cemento, lo cual impide aplicarlo en época de lluvias sin la protección debida .
El uso extensivo de mezcla fina de acabado a base de cemento blanco y resina del árbol Chukum se empleó como material único de acabado en muros, pisos y techos de toda la vivienda, incluyendo la alberca y los estanques para jardines acuáticos. La resina del árbol Chukum tiene propiedades como sellador natural y agrega una tonalidad cálida de color hueso-rosado al aplanado de cemento sin el uso de colorante artificial alguno. Se obtiene a partir de hervir dos veces la corteza del árbol, utilizando el agua resultante para la elaboración de la mezcla, agregando polvo de piedra caliza. El estuco de Chukum es una reinvención moderna de una antigua técnica Maya que empleaba la resina de Chukum mezclada con Cal y arena “Sascab”, para recubrir depósitos de agua a cielo abierto y cisternas desde la época prehispánica y de manera extensiva en las antiguas Haciendas Henequeneras. Su rescate y viabilidad de aplicación en tiempo y costo, utilizando materiales modernos como el cemento blanco, es producto de la observación y experimentación promovida por el arquitecto Salvador Reyes Ríos, quien logró su aplicación exitosa por primera vez en Yucatán en 1996. Desde entonces se ha afinado y mejorado en las obras de este arquitecto, al mismo tiempo se ha venido difundiendo y popularizando como material de acabado exclusivo de Yucatán y actualmente retomado por otros arquitectos.
El diseño arquitectónico de esta vivienda hace innecesaria la climatización artificial. Por su parte el uso de la mezcla fina de Chukum y cemento blanco, elimina por completo el uso de colorantes y pinturas, con el consecuente ahorro de energía y costos de mantenimiento durante toda la vida útil de esta construcción. Esta obra promovió el empleo artesanal de la mano de obra local, poniendo en valor el sentido natural de lo “orgánico e imperfecto” de los albañiles del poblado de Sacchich y otros poblados rurales de Yucatán.
El aislamiento Térmico y acústico en techos se hace empleando paneles de poliestireno de alta densidad sobre losas de vigueta y bovedilla de concreto prefabricado. Los cristales son laminados templados con película UV para el aislamiento térmico en las ventanas de todas las habitaciones de la vivienda.