2 VERANDAS, ARQUITECTOS GUS WÜSTEMANN
Se trata de un proyecto para una familia sudafricana en Erlenbanch, a las afueras de Zurich.
El terreno está en pendiente, desde la parte superior se puede ver el lago y desde la inferior casas pequeñas.
Los clientes pidieron al equipo de arquitectos que aprovecharan las vistas al máximo y que el jardín no fuese un jardín cualquiera.
Siguiendo estas indicaciones proyectaron la vivienda en la parte superior de la colina y la casa de la piscina en la parte inferior, conectando las dos por un paseo de piedra.
La casa principal es un volumen de piedra y hormigón que tiene dos niveles.
En la parte superior se encuentra la zona pública: sala de estar para recibir a los invitados y comedor con vistas al lago Zurich.
En la parte inferior se sitúa el salón familiar con un patio exterior que se puede unir como una habitación con la sala de estar.
Todas las ventanas desaparecen y tanto el interior como el patio exterior se vuelven uno. Este patio conecta todas las habitaciones y es un lugar de estancia para poder ver películas.
Las circulaciones de entrada y salida de los espacios son controladas por volúmenes de hormigón en el techo que condensan el espacio a través de la masa y ralentizan la circulación.
Se revisten los dormitorios de madera en la planta baja, para dar calidez al espacio.
El espacio interior y exterior quedan unidos, ya que al dejar que todas las ventanas desaparezcan, es sólo masa de hormigón lo que queda.
El espacio interior se convierte en un espacio exterior cubierto.
Se han elegido materiales naturales como la piedra, el hormigón, travertino y la madera.
En todos los espacios las luces indirectas se tratan, de esta manera dan instrucciones del camino y de la volumetría atrayendo la atención hacia la periferia de los espacios más que al centro.
Los arquitectos saben: tratar el material, cómo darle forma, crear espacios contínuos jugando con el volumen (el lleno y el vacío) y tratar la luz para crear los espacios.
Los arquitectos enmarcan el paisaje cuando es necesario y juegan con la luz natural y artificial, generando espacios más ricos.
El hormigón envuelve todo el edificio, incluso la cubierta, rompiéndola en ciertos puntos y dejando entrar la luz.
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