REHABILITACIÓN DEL SEMINARIO MAYOR DE COMILLAS, CANTABRIA
La rehabilitación del seminario mayor de
Comillas, fue realizada por los arquitectos: Fernández- Abascal y Muruzábal,
Alonso y Barrientos, Ulargui y Pesquera. Este Seminario Mayor estuvo destinado a acoger
campamentos de verano durante muchos años. Yo tuve la suerte de pasar dos
maravillosos veranos en este campamento, del que guardo muy buenos recuerdos. Espero que os guste esta rehabilitación y a
los que habéis estado de campamento allí os haga tanta ilusión como a mí.
A finales del S. XIX se inició la construcción del seminario de Comillas por el jesuita y arquitecto Miguel de Alcolado, posteriormente intervinieron Joan Martorell y Luis Doménech i Montaner. El edificio cuenta con dos claustros y con un cuerpo central con los espacios más institucionales y significativos. Tras el abandono del edificio en los años 90 presentaba un lamentable estado de conservación. El paraninfo, las fachadas, el vestíbulo y la iglesia tenían mínimas alteraciones, aunque con un deterioro por la falta de uso. Se tenía que atender a la conservación y al mantenimiento de los espacios con mayor grado artístico situados en el cuerpo central.
Se abren huecos en el interior del edificio para aumentar la permeabilidad entre los espacios. Para dotar a la iglesia de una mayor autonomía formal, se colocan nuevos revestimientos y pavimentos. Se crea un espacio sobre el paraninfo, bajo cubierta, mágico.
En los claustros la rehabilitación es más intensa y se interviene con mayor libertad. Se demuele el interior del edificio y los muros que se mantienen se destacan. Se construye un muro técnico siguiendo las trazas del antiguo muro intermedio. Este muro está compuesto por hormigón blanco donde apoyan las losas vistas. Actúa como un árbol puntal que arriostra las fachadas originales. Por el interior de este muro circulan las instalaciones. El acabado del hormigón es liso y contrasta con la mampostería de los demás muros originales. En la última planta el muro se dobla generando una gran marquesina bajo la que se desarrolla una galería perimetral acristalada. Las plantas se organizan con el nuevo muro y los núcleos de comunicaciones y servicios se disponen en las torres.
Los nuevos usos tienen que tener un nuevo espacio de instalaciones, para ello se construye un espacio debajo del campo de fútbol. En los claustros, el hormigón visto del muro y las losas adquieren todo el protagonismo, contrastando con las antiguas fábricas. La cubierta se resuelve con vigas de fábrica armada.
A finales del S. XIX se inició la construcción del seminario de Comillas por el jesuita y arquitecto Miguel de Alcolado, posteriormente intervinieron Joan Martorell y Luis Doménech i Montaner. El edificio cuenta con dos claustros y con un cuerpo central con los espacios más institucionales y significativos. Tras el abandono del edificio en los años 90 presentaba un lamentable estado de conservación. El paraninfo, las fachadas, el vestíbulo y la iglesia tenían mínimas alteraciones, aunque con un deterioro por la falta de uso. Se tenía que atender a la conservación y al mantenimiento de los espacios con mayor grado artístico situados en el cuerpo central.
Se abren huecos en el interior del edificio para aumentar la permeabilidad entre los espacios. Para dotar a la iglesia de una mayor autonomía formal, se colocan nuevos revestimientos y pavimentos. Se crea un espacio sobre el paraninfo, bajo cubierta, mágico.
En los claustros la rehabilitación es más intensa y se interviene con mayor libertad. Se demuele el interior del edificio y los muros que se mantienen se destacan. Se construye un muro técnico siguiendo las trazas del antiguo muro intermedio. Este muro está compuesto por hormigón blanco donde apoyan las losas vistas. Actúa como un árbol puntal que arriostra las fachadas originales. Por el interior de este muro circulan las instalaciones. El acabado del hormigón es liso y contrasta con la mampostería de los demás muros originales. En la última planta el muro se dobla generando una gran marquesina bajo la que se desarrolla una galería perimetral acristalada. Las plantas se organizan con el nuevo muro y los núcleos de comunicaciones y servicios se disponen en las torres.
Los nuevos usos tienen que tener un nuevo espacio de instalaciones, para ello se construye un espacio debajo del campo de fútbol. En los claustros, el hormigón visto del muro y las losas adquieren todo el protagonismo, contrastando con las antiguas fábricas. La cubierta se resuelve con vigas de fábrica armada.
Preciosa rehabilitación! La verdad es que han hecho un trabajo increible con el seminario de Comillas.
ResponderEliminarPrecioso!! me encanta :)
ResponderEliminarA chic kiss ;)
Y qué magnífica villa para la arquitectura, Comillas y qué zona más adecuada naturalmente y arquitectónicamente con Santillana al lado y con el verde prado y monte y azul mar fundiéndose y uniéndose.
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